Este estudio analiza un caso de interseccionalidad de identificaciones de clase, étnicas y raciales, en base al momento de origen del peronismo. El 17 de octubre de 1945 los trabajadores de los suburbios ingresaron a la ciudad de Buenos Aires y marcharon a Plaza de Mayo a reclamar la libertad del coronel Perón. Con aquel episodio estalló el sistema de clasificaciones sociales de la Argentina. Surgieron una serie de nuevas categorías (descamisado, cabecita negra) así como se resignificaron otras (criollo, argentino). El estudio aporta a los debates de la teoría cultural a partir este caso histórico. Contribuye a comprender desde otra perspectiva los orígenes del peronismo y del antiperonismo, y permite analizar las complejidades de los imaginarios nacionales argentinos. Por ello postula que la sociedad argentina está constituida sobre las jerarquizaciones de un racismo que no se estudia, salvo en las nuevas generaciones.