En esta disertación exploro los vínculos entre la categoría de estructura de informacional de foco y las nociones de aserción e identificación. Para ello, ofrezco un análisis comparativo de corte cualitativo de dos estrategias de marcación de foco en el quechua de Conchucos (Áncash, Perú): el uso de sufijos evidenciales (limitado a los marcadores de evidencia directa –mi y –chaa, y al conjetural –chi) y el empleo de kaq (marcador derivado de la copula ka-). Este análisis parte de una definición de foco basada en el contraste que se establece entre el material en foco y las alternativas que este evoca (Rooth 1985, 1992; Krifka 2008) y aplica el modelo de estructura del discurso propuesto por la teoría QUD (Roberts 1996/2012). La investigación se desarrolla sobre la base de un corpus de datos de habla semi-controlada de hablantes bilingües y hablantes monolingües de la provincia de Huari y sus alrededores. El análisis de los datos sustenta la hipótesis de que kaq y los sufijos evidenciales cumplen funciones distintas en la marcación de foco. Asumiendo que el contenido de un enunciado puede ser representado por medio de proposiciones pragmáticamente estructuradas (Lambrecht 1994), argumento que kaq opera únicamente sobre la proposición identificacional (i.e., la que toma la variable proporcionada por la QUD y le asigna un valor), mientras que los sufijos evidenciales operan sobre la totalidad del contenido at-issue del enunciado (i.e., la conjunción de la proposición abierta de la QUD y la proposición identificacional). Asimismo, estas estrategias difieren en sus efectos específicos en los enunciados en que son empleados. Los sufijos evidenciales le atribuyen a la aserción en su conjunto diversos grados de fuerza, los que se asocian a determinadas pretensiones de validez (Behrens 2012): –mi y –chaa indican que la aserción tiene validez en el mundo objetivo, por lo que funcionan como reforzadores asercionales, mientras que el sufijo –chi señala que la aserción es válida en el mundo subjetivo del hablante (al que solo este tiene acceso), de modo que funciona como un mitigador asercional. Por su parte, el empleo de kaq permite expresar de modo convencional el contenido de la proposición identificacional (debido a su componente copular), por lo que su efecto directo consiste en cambiar el estatus de esta proposición de contenido inferencial a contenido proferido (Roberts 1996/2012; Simons et al. 2010). Considerando que estos marcadores no son de uso obligatorio, su inclusión en un enunciado particular estará determinada por el cálculo del hablante sobre el estado informacional de su interlocutor, en particular, sobre qué piezas de información le pueden resultar inesperadas y, por ende, no ser aceptadas para su inclusión en el common ground (Zimmermann 2008). Así, en los casos en que la identificación del referente focal sea problemática, los hablantes de quechua de Conchucos emplearán kaq (haciendo explícita una asociación que se encuentra implícita), mientras que en los casos en que consideren que toda la aserción (incluida la identificación del referente focal) puede resultar inesperada, emplearán un sufijo evidencial (para reforzar o mitigar la validez de su aserción, dependiendo del caso). De ello se deriva que las estrategias empleadas para la marcación de foco exceden, en sus significados, los límites de esta categoría pragmático-discursiva, por lo que al caracterizar sus funciones resulta indispensable dar cuenta también de los aspectos interpersonales y metadiscursivos de sus contribuciones a la negociación de la verdad (i.e., al manejo del common ground).
In this dissertation I explore the links between the information structural category of focus and the notions of assertion and identification. To do so, I offer a qualitative and comparative analysis of two strategies of focus marking in Conchucos Quechua (Ancash, Peru): on the one hand, the use of evidential suffixes (limited to the direct evidence markers –mi and –chaa, and the conjectural –chi), and on the other hand the use of kaq (a marker derived from the copula ka-). I build on a definition of focus based on the contrast between the focal material and the alternatives it evokes (Rooth 1985, 1992; Krifka 2008) and applying the model of discourse structure developed in QUD theory (Roberts 1996/2012). The empirical part of the research is carried out on a corpus of semi-controlled speech data of bilingual and monolingual speakers from the province of Huari and its surroundings. The analysis of the data supports the hypothesis that kaq and the evidential suffixes play different roles as focus markers. On the assumption that the content of an utterance can be represented by pragmatically structured propositions (Lambrecht 1994), it is argued that kaq operates only on the identificational proposition (i.e., the one that assigns a value to the variable provided by the QUD), while the evidential suffixes operate on the entirety of the at-issue content of the utterance (i.e., the conjunction of the open proposition given by the QUD and the identificational proposition). The two strategies also differ in their specific effects on the utterances in which they are employed. The evidential suffixes attribute various types of force to the assertion as a whole, which are associated with specific validity claims (Behrens 2012): –mi and –chaa signal that the assertion is valid in the objective world, and thus function as assertional reinforcers, while the –chi suffix indicates that the assertion is valid in the speaker's subjective world (to which only they have access), and thus functions as an assertional attenuator. As for the use of kaq, it makes it possible to express the content of the identificational proposition by conventional means (due to its copular component), so its direct effect consists in changing the status of this proposition from inferential content to proffered content (Roberts 1996/2012; Simons et al. 2010). Since the use of these markers is not obligatory, their inclusion in a given utterance will be determined by the speaker's assessment of the interlocutor's informational state, especially with regard to which pieces of information may turn out to be unexpected and therefore not included in the common ground (Zimmermann 2008). Thus, in cases where the identification of the focal referent is problematic, Conchucos Quechua speakers will use kaq (making explicit an association that is implicit). In cases where they consider that the entire assertion (including the identification of the focal referent) may be unexpected, they will use an evidential suffix (to reinforce or attenuate the validity of the assertion, depending on the case). This means that these strategies used for focus marking exceed the limits of the discourse-pragmatic category of focus in their meaning, and therefore when characterising their functions, it becomes necessary to account also for the interpersonal and metadiscursive dimensions of their contributions to the negotiation of truth (i.e., to the management of the common ground).